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Bienvenido Mr. Xi: el plan Marshall chino contra el coronavirus desembarca en España.

  • 17 mar 2020
  • 3 Min. de lectura

Ante la parálisis europea, España e Italia han aceptado la oferta de Pekín para luchar contra el coronavirus. Una estrategia diplomática que moverá las placas tectónicas de la geopolítica global.

De Madrid a Córdoba, de Zaragoza a Jerez, las imágenes de ciudadanos chinos en España llegando con furgonetas repletas de cajas de mascarillas, guantes y geles desinfectantes para donar a hospitales, comisarías y estaciones de bomberos han generado aplausos y muestras de agradecimiento por toda España. En plena parálisis europea, han sido ellos los que se han movilizado masivamente ante la dramática situación de los profesionales sanitarios, que llevan semanas pidiendo con urgencia mascarillas y respiradores para la primera línea de batalla contra el Covid-19.


Sin embargo, esto tan solo es la avanzadilla del 'plan Marshall' chino contra el coronavirus, una estrategia diplomática con la que Pekín aspira a mover las placas tectónicas de la geopolítica global tras la pandemia.


El país presidido por Xi Jinping ya casi ha conseguido doblegar al virus —que ha acabado con la vida de más de 6.000 personas y ha infectado a más de 160.000 en todo el mundo—. Mientras, en España, las cifras de afectados se multiplican cada día, con casi 9.000 contagios y 300 fallecidos. En este escenario, Madrid recibió la semana pasada una oferta de material médico y de asesoría del Gobierno chino. “Expresamos al Gobierno español y a las instituciones sanitarias nuestra colaboración y ayuda”, explica la embajada de China en España a este diario. En un principio, los chinos recibieron una negativa de Exteriores. “Nos dijeron que preferían hacerlo en el marco de la Unión Europea”, apuntan.


Sin embargo, algo parece haber cambiado en Moncloa. Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, informó este domingo de que había conversado con su homólogo chino, Wang Yi, para “agilizar intercambios comerciales”, dado que China es un “importante suministrador de material sanitario a España”. Yi dijo que China había mandado de forma urgente “un lote de asistencia médica basada en las necesidades de España”.


Fuentes del Gobierno confirman a El Confidencial que el Ministerio de Salud está reforzando sus 'stocks' de material sanitario y, ante la saturación de los suministradores europeos, desde la semana pasada se está acudiendo a los proveedores chinos, cuyas fábricas ya han podido volver a funcionar. No se precisaron las cantidades ni la naturaleza de los acuerdos que se negocian con Pekín. ¿Donación? ¿Negocio? Fuentes de Exteriores detallan que las conversaciones con Wang Yi arrancaron hace dos semanas para agilizar los intercambios comerciales en medio de la crisis y recalcan que se encuadran en el ámbito comercial.

El euroescepticismo del coronavirus


Este repentino cambio de planes ilustra el creciente malestar contra la parálisis de la UE en los primeros compases de la pandemia. Especialmente dolorosa ha sido la negativa inicial de Alemania y Francia a prestar asistencia a los países europeos más golpeados por la enfermedad como Italia. Como muestra de este sentimiento, la propia ministra González Laya dio un 'me gusta' a un tuit del corresponsal de 'El País' en Bruselas, Bernardo de Miguel, en el que aseguraba que “mientras socios de la UE como Alemania restringen la venta de material, España se coordina con China para facilitar la llegada de suministros imprescindibles”.


Esta captura de pantalla ha recorrido el WhatsApp de asesores, políticos y diplomáticos de la Administración española, levantando serias preocupaciones. “Como sigamos así, la crisis del coronavirus hará crecer el euroescepticismo en España”, advierte una fuente del Ministerio de Exteriores. No solo aquí. El sentimiento de abandono puede extenderse si Bruselas no actúa con rapidez.


“Es inevitable que acabemos aceptando la oferta china, como ha hecho Italia. En estos momentos, necesitamos ayuda urgentemente y la propaganda china nos da igual”, recalca esta misma fuente. Ahora mismo, en el ministerio, en plena crisis contra el coronavirus, “hay mucho 'panda huggers' [abrazadores de osos panda] y pocos 'dragon slayers' [matadores de dragones]”, en referencia a cómo la visión hacia la ayuda china es mayoritariamente positiva en este momento.


China es, desde hace años, la fábrica del mundo. Antes del brote del coronavirus, el gigante asiático producía la mitad de las mascarillas mundiales. Desde entonces, ha multiplicado por 12 su producción y ha recibido donaciones y comprado gran parte del resto del ‘stock’ mundial. El 6 de febrero, el consejo de ministros chino, presidido por Li Keqiang, aseguró que el Gobierno compraría todo el exceso de material médico que produjera el sector privado.


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