Por qué el ‘efecto pánico’ puede llevarnos a una crisis de deuda global
- Mr.capacho
- 6 mar 2020
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Por Laura Sánchez
Es una ruleta. El coronavirus provoca el caos, los países reducen su actividad industrial, los datos macroeconómicos empiezan a empeorar, los inversores evitan las posiciones de riesgo, las caídas de los mercados provocan que los bancos centrales saquen su artillería… y llegamos al punto en el que los expertos advierten de que un excesivo recorte de tipos, además de otras medidas demasiado extremas, puede provocar una crisis de deuda global.
“Las fuertes pérdidas en Nueva York se producen por el miedo al impacto económico que tendrán las medidas adoptadas para limitar la propagación del coronavirus. El S&P 500 se dejó un -3,2%, lastrado por industriales y financieras y cerrando prácticamente en los mínimos de la sesión y acumulando una caída del -11% desde los máximos alcanzados el 9 de febrero. El índice de VIX de volatilidad subió un 24%”, explican en Banca March.
El fantasma de los recortes masivos sigue acechando a los mercados. “Goldman dice que Fed podría bajar los tipos 75 puntos básicos el 18 de marzo y dejarlos a cero”, advierte José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets.
Este fantasma provocó ayer el desplome de la banca. “El sector no va a poder con la política de tipos tan bajos o negativos. Esperemos que las nuevas medidas de los bancos centrales cuyos tipos ya son bajos, sean un poco más ocurrentes. De otra forma se alargará la agonía y terminaremos desembocando en una crisis de deuda global”, sentencian en Renta Markets.
Italia, por su parte, sigue inyectando dinero al sistema para intentar mitigar los efectos de un virus que ya ha invadido el país. La partida de 7.500 millones de euros destinada ayer supondrá una desviación del gasto público de más de 6.000 millones de euros, tal como ha reconocido el propio Gobierno, que no obstante insiste en afirmar que mantendrá una actitud flexible ante desviaciones presupuestarias como consecuencia del coronavirus.
Y es que, tal como advierten en Renta Markets, “son pocos los gobiernos que se han esforzado en aprovechar los tipos para reducir déficit. Al contrario, si la crisis del 2007-08 fue debida a un excesivo apalancamiento de las empresas, se ha trasladado en buena parte el efecto a los gobiernos. Ayer el tesoro español se financió a costes ridículos, casi 5.000 millones de euros. De ellos 1.711 en obligaciones a 10 años a 0,182%. Es tentador no incurrir en más gastos con estos niveles. Y es lo que pretende Trump, que de seguir este ritmo conseguirá tener tipos negativos. Ayer el bono a 10 años se desplomó al 0,805%. (El primer día del año estaba en 1,92%)”.
No obstante, no todos los bancos centrales tienen espacio para seguir reduciendo los tipos. “El BCE mantendrá su política monetaria a pesar de que el riesgo de recesión se esté duplicando. La tasa de depósito está ya en el -0,50% y las herramientas del banco central ya están muy limitadas”, comenta Sergio Ávila, analista de IG.
“Los mercados pudieron recuperarse de shocks anteriores como los ataques terroristas del 11 de septiembre y las amenazas a la salud causadas por el SARS (2003), la gripe porcina (2009) y el Ébola (2014). En estos tres casos de salud, los mercados recuperaron las pérdidas entre 6 y 12 meses después. En el caso actual, la intensidad de la corrección dependerá en buena medida del temor de los mercados sobre cuánto daño económico desencadena el virus, porque ya saben que los inversores odian la incertidumbre, no saber qué viene después o cómo cuantificar el impacto del coronavirus. El mayor riesgo es que los gobiernos reaccionen de forma exagerada para contener el virus”, concluye Ismael de la Cruz, analista de Investing.com.
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